Dicen que descubrir a alguien que te comprenda de manera profunda es como encontrar un tesoro oculto.
En este momento, me encuentro en una tarea muy difícil de escribir, y no quiero dejar pasar esta oportunidad sin expresar lo que siento.
Mi mejor amiga ya no está en este plano terrenal. Prefiero creer que ha ascendido a convertirse en una maestra excepcional, tal como lo fue en vida. La visualizo en el cielo, tomando la forma de una estrella brillante.
Con solo una mirada nos echabamos a reír, o con solo verle sus ojazos de mar, veía que le estaba pasando. Nos conocimos en etapa adulta, y juntas enfrentamos momentos difíciles, compartimos alegrías y experiencias inolvidables en un tiempo corto y de una calidad inmensurable.
Ahora, ¿qué tiene que ver todo esto con la pizza? La relación es mucho más profunda de lo que parece. Nuestros más preciados recuerdos estaban entrelazados con mi Trabajo, siempre dispuesta a ayUdarme, a darle una vuelta diferente a lo que quería hacer, me llevaba a profundizar, a sacar la esencIa, a resolver conflictos. A ver las cosas de otra manera. A ver las diferentes oportunidades.
Y de manera paralela, las conversaciones inolvidables que solíamos tener, esas que en su momento no parecían trascendentales pero que ahora residen en mi memoria como una película íntima, todas ellas compartidas alrededor de pizzas improvisadas.
Desde mi infancia, la pizza siempre ha estado asociada con la felicidad. Mi abuelo solía preparar pizzas en casa, invitando a vecinos y amigos que prácticamente eran familia.
Sin planearlo, esa conexión con la pizza me quedó grabada en mi cabeza, en mi vida y se transformó en nuestro lema:
«CREAR MOMENTOS REDONDOS»
Para nosotros, estos momentos redondos representaban lo cotidiano, lo que provoca sonrisas, lo que se disfruta plenamente, incluso las situaciones no tan favorables pero cruciales para el crecimiento personal. Estos momentos son los que te hacen apreciar todo lo que tienes y reconocer aquello que SUEÑAS.
Sé que ella siempre estará conmigo, porque las personas que verdaderamente te entienden dejan una huella imborrable en tu ser. Y, ese amor se transforma y se convierte en una parte integral de quién eres, de quien soy.
Mi búsqueda ya no es la felicidad en sí, sino la acumulación de esos momentos redondos cotidianos que dan sentido a la vida.
Continuaremos celebrando nuestra amistad, alrededor de una mesa, ya sea en picnics improvisados o en reuniones donde las pizzas sean el epicentro, porque esas son nuestras tradiciones.
¿Tú también consideras que los amigos son auténticos tesoros?
¿Eres de aquellos que festejan tanto los triunfos como las adversidades con una buena comida?
Gracias por acompañarme en esta travesía de palabras. Quiero saber que piensas, ¿Me escribes?
Nos vemos con las manos en la masa,
P.D: Per sempre juntes.
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